Allí se reunían a jugar un gran grupo de niños, y ellos invitaron a Julián a jugar.
Ese fue su día más feliz porque ahora tenía nuevos amigos con los que podía jugar al futbol.
Esa noche, como lo hacía siempre, le dio gracias a Jesús por darle esos buenos amigos.
Algunos eran diferentes a él, pero eso a Julián no le importaba, eran al fin niños como él y fue muy feliz.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Colaboración de Matías
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